¿Por qué algunas personas sufren sensibilidad dental y otras no?

Después de los excesos navideños, ha llegado la hora de retomar los buenos hábitos de vida, comenzando por los alimenticios. Seguro que tus piezas dentales, como el resto de tu organismo, lo agradecerán después de tanto consumo de azúcar.
A propósito de este tipo de alimentos, ¿has sufrido más sensibilidad dental durante esos días? Porque como seguro sabes, no todo el mundo padece este problema, pero quienes tienen la desgracia de sufrirlo pueden notar que se incrementa en épocas en las que se ingieren muchos dulces o se toman más bebidas frías.
¿Te has preguntado a qué se debe que algunas personas sufran sensibilidad dental y otras no? Pues hoy repasamos esta patología y analizamos esta cuestión en nuestro primer post de 2025.
¿Qué es exactamente la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental es una afección oral que se manifiesta como un dolor agudo y transitorio en las piezas dentales, generalmente desencadenado por estímulos como alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidas, así como por el contacto con el aire.
Este problema, conocido también como hipersensibilidad dentinaria, puede afectar a uno o varios dientes y repercutir significativamente en la calidad de vida de quien la padece.
La sensibilidad dental ocurre cuando la dentina, una capa subyacente al esmalte dental, queda expuesta. La dentina contiene túbulos microscópicos que conectan el exterior del diente con las terminaciones nerviosas en la pulpa dental. Cuando esta capa pierde su protección natural —proporcionada por el esmalte o el cemento radicular—, los estímulos externos llegan a las terminaciones nerviosas, generando esa característica sensación dolorosa.
Principales causas de la sensibilidad dental
- Erosión del esmalte: El consumo habitual de alimentos y bebidas ácidas desgasta la superficie protectora del diente, facilitando la aparición de este problema.
- Recesión gingival: Cuando las encías retroceden, dejan expuestas las raíces dentales, que carecen de esmalte, por lo que es más fácil que surja la sensibilidad dental.
- Bruxismo: El rechinar de dientes desgasta el esmalte, exponiendo la dentina.
- Técnicas de cepillado agresivas: El uso de un cepillo de cerdas duras o un cepillado excesivamente vigoroso puede dañar el esmalte y retraer las encías. Presta atención tanto a tu cepillo dental como a la forma en que lo usas.
- Tratamientos dentales: Técnicas como el blanqueamiento dental pueden ocasionar sensibilidad dental, aunque es temporal.
¿Por qué algunas personas sufren sensibilidad dental y otras no?
La sensibilidad dental no afecta a todas las personas de igual manera, pero no se trata de una cuestión de suerte sino de algunos aspectos como estos:
- Genética: Algunas personas tienen un esmalte más delgado o menos resistente, lo que las predispone a la hipersensibilidad.
- Hábitos alimenticios y de higiene: Dietas ricas en ácidos o prácticas inadecuadas de cuidado bucal aumentan el riesgo de poder sufrir sensibilidad dental.
- Condiciones previas: Enfermedades como la gingivitis o el bruxismo favorecen la exposición de la dentina.
- Fluorosis dental: Una exposición excesiva al flúor durante la infancia puede explicar que algunas personas pierdan la resistencia del esmalte.
La sensibilidad dental, aunque es una patología muy común, ni afecta a todas las personas ni debe tomarse a la ligera. Comprender sus causas y los factores asociados a ella es clave para prevenirla y tratarla. A nivel doméstico, puedes minimizarla usando pastas dentales específicas con técnicas de cepillado adecuadas, además de visitar regularmente a tu clínica dental en Fuengirola para vigilar el estado de tu esmalte dental.
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